¿Qué es la hiperhidrosis?
La sudoración es un mecanismo fisiológico fundamental para la correcta regulación de nuestra temperatura corporal. Todos estamos familiarizados con la aparición de una mayor cantidad de sudor en determinadas situaciones: cuando realizamos un esfuerzo físico, si hace calor, o estamos sometidos a una situación de estrés emocional. Sin embargo, en algunos casos se puede producir una sudoración excesiva de forma espontánea y continua; incluso en situaciones en las que no es tan habitual sudar como cuando estamos en reposo o la temperatura no es alta. Este exceso de sudoración se conoce como hiperhidrosis y aunque no es una afección que presente riesgos importantes para la salud, sí que puede resultar muy molesto e incómodo para quien la padece; llegando incluso a afectar a nivel psicológico, a su calidad de vida y e incluso influir en su vida social y profesional.
Las personas con hiperhidrosis pueden producir hasta cinco veces más sudor del necesario para regular la temperatura de su cuerpo y las zonas más afectadas son las palmas de las manos, axilas, cara y pies.
La hiperhidrosis puede ser primaria o secundaria. En el caso de la primaria se suele iniciar en la niñez y agravarse a partir de la adolescencia.
¿Cómo puede tratarse la hiperhidrosis?
Existen varias opciones de tratamiento para la hiperhidrosis que abarcan desde el uso de antitranspirantes, iontoforesis, determinados medicamentos, infiltraciones con toxina botulínica y técnicas de cirugía.
La intensidad de los síntomas, la zona por la que se transpira en exceso y los resultados esperados son factores que hay que tener en cuenta a la hora de decidir un tipo u otro de tratamiento.
Las infiltraciones con toxina botulínica a nivel local han supuesto un avance en el tratamiento de la sudoración excesiva. Sin embargo, los resultados no son permanentes y a las varias semanas hay que repetir el proceso. En pacientes en los que los tratamientos con medicamentos u otros procedimientos no presentan resultados positivos, las técnicas de cirugía para la hiperhidrosis, como la simpatectomía torácica endoscópica (STE), pueden ser una solución para este problema. Este tipo de cirugía para la hiperhidrosis se realiza mediante una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se practica a partir de una o dos pequeñas incisiones en la zona de la axila. No es una intervención complicada y los resultados que se obtienen son permanentes prácticamente en la totalidad de los casos.
La hiperhidrosis es una disfunción por la que se produce una sudoración desproporcionada a las necesidades fisiológicas propias para regular la temperatura corporal. En definitiva se suda en exceso y sin motivo. No es un problema que conlleve gravedad pero puede afectar seriamente a la calidad de vida de las personas que la sufren. Existen distintos tratamientos para la hiperhidrosis, la elección de unos u otros debe ser evaluado junto con el médico especialista según cada caso particular.