El trasplante pulmonar está indicado para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de personas afectadas por enfermedades respiratorias crónicas para las que no existe otras opciones eficaces de tratamiento. Se trata de un procedimiento quirúrgico importante no exento de riesgos y que puede conllevar complicaciones, pero que puede mejorar la esperanza de vida y la salud de los pacientes.
¿Qué riesgos tiene el trasplante de pulmón?
El trasplante de pulmón es un técnica consolidada que lleva realizándose en España desde hace más de veinte años. Concretamente el primer trasplante pulmonar que se realizó en nuestro país fue en 1990 en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. En España hay siete centros autorizados para realizar trasplantes de pulmón y el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba es uno de ellos. Únicamente el pasado año se realizaron en este centro 43 trasplantes pulmonares.
Que sea una protocolo bien establecido no quiere decir que el trasplante pulmonar no conlleve riesgos. De hecho en determinadas ocasiones las complicaciones que acarrea un trasplante pulmonar pueden ser mortales. Entre los principales riesgos se encuentran el rechazo y la infección.
¿Cuáles son los requisitos para un trasplante pulmonar?
El trasplante de pulmón está destinado para aquellas personas para las que no existe otra alternativa de tratamiento para mejorar su enfermedad.
Hay que tener en cuenta que no es un procedimiento adecuado para todos los casos. Existen protocolos para la selección y estudio de los pacientes que pueden ser candidatos para un trasplante de pulmón. Además del proceso de selección, los posibles candidatos deben ser incluidos en la lista de espera y estar en una condición física que permita predecir que tiene posibilidades de beneficiarse de este tratamiento.
Según la memoria de 2016 de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), las patologías más frecuentes en los pacientes que son trasplantados son el efisema pulmonar (EPOC), determinadas enfermedades dentro del grupo de la Enfermedad Pulmonar Intersticial Difusa (EPID), seguidos por la hipertensión arterial pulmonar y la fibrosis quística, y otras patologías respiratorias.
Los trasplantes pulmonares pueden mejorar la esperanza de vida y la salud en pacientes con determinados tipos de enfermedades pulmonares crónicas. Además de cumplir los requisitos, antes de tomar la decisión de someterse a este tipo de tratamiento, el paciente tiene que conocer y ser consciente de lo que debe esperar de este procedimiento y sus posibles riesgos.